A continuación se describe cómo se realiza normalmente un trasplante de barba:

1. Evaluación: Antes de la intervención, el paciente acudirá a una consulta con un cirujano cualificado para hablar de sus objetivos y evaluar su idoneidad para un trasplante de barba. El cirujano evaluará factores como la calidad del vello facial existente, el estado de la piel y el estilo de barba deseado.

2. Recogida del pelo del donante: Al igual que en el trasplante de cejas o cuero cabelludo, los folículos pilosos del donante se extraen de una zona donante, que suele ser la parte posterior del cuero cabelludo, donde el vello es más denso y menos propenso al debilitamiento. Los folículos donantes pueden extraerse mediante técnicas como la FUE (extracción de unidades foliculares) o la extracción en tiras.

3. Preparación de la zona receptora: Una vez extraídos los folículos pilosos donantes, el cirujano realizará pequeñas incisiones en la zona de la barba donde se trasplantará el pelo. Estas incisiones se colocan estratégicamente para imitar el patrón de crecimiento natural y la densidad del vello de la barba.

4. Trasplante capilar: Los folículos pilosos recolectados se implantan cuidadosamente en las zonas receptoras de la barba. El cirujano prestará especial atención a la dirección, el ángulo y la densidad del cabello trasplantado para lograr un resultado de aspecto natural que complemente los rasgos faciales del paciente.

5. Cicatrización y crecimiento: Tras la intervención, los folículos pilosos trasplantados pasarán por un proceso de cicatrización y el cabello implantado se desprenderá en unas semanas. Sin embargo, el nuevo crecimiento del pelo suele comenzar en unos pocos meses, y los pacientes pueden esperar ver una mejora notable en la apariencia de su barba con el tiempo.